Después de una semana de intenso trabajo en el CERESO 1000 por motivo del retiro de Semana Santa, hoy Sábado de Resurrección hemos concluido actividades. Esta ha sido una semana llena de bendiciones tanto para los reclusos como para quienes participamos compartiendo alegremente un poquito de nuestro tiempo con ellos, llevándoles el mensaje de salvación de nuestro Señor Jesucristo que con su misericordia les dice que les ama.
Este retiro comenzó con caras tristes y duras por la difícil "vida" que llevan dentro de la cárcel y cuya dificultad aumenta por la tristeza de que muchos de ell@s han sido abandonados por sus familias, con las dinámicas y pláticas que al paso de los días fueron recibiendo, también fueron cambiando su rostro hasta que hoy nos despidieron con una gran sonrisa, un fuerte abrazo y con el llanto que provoca la alegría de saberse perdonados, bendecidos por Dios y por saber también que cuentan con una madre que está constantemente pidiendo a nuestro Señor Jesucristo por ellos: nuestra Santísima Madre de la Merced.
Los Reclusos nos pidieron hacerle llegar a la Iglesia su petición: OREN POR ELLOS, para que el Señor los fortalezca y puedan cambiar sus hábitos y para que así en un futuro logren enderezar sus pasos ya reintegrados en la sociedad.
Agradecemos ampliamente al grupo Acts Irapuato, a los bienhechores que incondicionalmente compartieron el alimento, a la comunidad que incansable ha estado orando por los presos, y agradecemos también a nuestros superiores Fr. Alberto Robles Portugal y Fr. Virgilio Sandoval Cruz que sin su apoyo no hubiese sido posible este retiro.
Continuamos también extendiendo nuestra petición a TODOS Ustedes para que continúen orando por los presos, los celadores y autoridades del CERESO 1000, así como por los integrantes del grupo de Pastoral Penitenciaria de la Orden de la Merced; para que el Señor nos fortalezca y podamos cumplir cabalmente con esta misión que nos ha encomendado.
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