Primero que nada, hemos de saber que la vida es una rutina, diariamente nos
levantamos y habiendo o no desayunado, cada quien parte a diferentes lugares
para realizar las actividades propias. Terminado el turno o al finalizar el día
volvemos al hogar para compartir un momento con la familia, aunque en cada
lugar que desempeñemos una labor encontraremos otra familia, de ti depende si
te integras o no y de eso depende también que tu estancia en ese lugar sea
placentera o sufrida y más aún si debes relacionarte con personas de carácter
difícil.
¿Te
gusta lo que haces y le encuentras sentido?
El trabajo más difícil de realizar es el que no te gusta y puede
resultar el trabajo más costoso o peligroso. Llenar papeleo, manejar por largas
jornadas, atender al público y otras actividades más pueden hacer que tu
trabajo sea el menos deseable.
Realizar algo con desgano tiene implicaciones como que se te hará largo
e interminable el turno, te distraerás más fácilmente y aumentará el riesgo de
que provoques accidentes. Cuando te cansas psicológica o físicamente disminuye
tu rendimiento. Manejar maquinaria o vehículos estando cansado, es como jugar a
la ruleta rusa: te sometes a la suerte y siendo que la surte no existe, las
probabilidades de que termines dañado o dañando a alguien aumentarán
estratosféricamente.
Cuando trabajé en producción en el área de pre pesado me enfrenté con
una rutina aburrida: debía pesar bolsitas de un ingrediente y luego de otro,
mover bultos y tambos de diferentes pesos, usar overol y mascarilla en lugares
calurosos, todo eso en un turno de 8.5 horas de las que podía disponer de 30 a
45 minutos para comer, beber agua e ir al baño, todo eso durante 5 de los 7
días de la semana; sin considerar que debía invertir 2 horas para llegar al
trabajo. Fue el tiempo que transcurrió más lento dentro de un trabajo en el que
me sentí infravalorado. Lo complicado estaba en que cualquier equivocación
provocaría que se desecharan 7000 kilos de shampoo; cargar con eso a cuestas no
es deseable para nadie porque implicaría despido inmediato y la responsabilidad
de pagar el costo del producto. Otro tipo de consecuencias son que podría haber
demandas, no podría poner en el currículo los años de trabajo en esa empresa
que por cierto hasta podría boletinarme con otras empresas, cerrándome puertas
y limitando mis posibilidades para conseguir otro empleo.
Aun cuando creamos que nuestros trabajos no son importantes, nuestras
acciones acarrearán consecuencias que si no las medimos antes de actuar;
podrían ser tan negativas que afectaríamos a los seres que amamos.
Eres necesario mas no
indispensable
Porque tú vales mucho a mis ojos, yo doy
a cambio tuyo vidas humanas; por ti entregaría pueblos, porque te amo y eres
importante para mí (Is 43; 4)
Es agradable darse cuenta que en todo lo que participas, se valora tu
aportación, pero; ¿qué sientes cuando diste tu mayor esfuerzo y no te lo
reconocen? Ante esta situación, algunos con la estima baja reducen los
esfuerzos o simplemente dejan de participar. Por otro lado, aunque te sientas
valorado puede llegar a suceder que hagas las cosas con desgano y suele pasar
en todos los niveles, escuela, trabajo, asociaciones, política, etc…
Pero la reina Vasti se negó a aceptar la
orden del rey transmitida por sus eunucos; el rey se sintió muy molesto y se
enojó mucho (Esther 1;12).
En situaciones donde el responsable de realizar algún trabajo se niega
a hacerlo casi siempre tiene segundas oportunidades, pero si persiste su mala
actitud; da la pauta para que se le reemplace.
Llegó el día en que Ester, hija de
Abijail, el tío de Mardoqueo, su padre adoptivo, debía presentarse ante el rey.
Ella no exigió nada fuera de lo que le había proporcionado Hegué, el eunuco del
rey encargado de la custodia de las mujeres. Pues bien, todos los que la veían,
encontraron a Ester deslumbrante.
La llevaron donde el rey Asuero, en el
palacio real, el décimo mes, esto es Tebet, del séptimo año de su reinado.
El rey la prefirió a todas las demás; se
ganó su afecto y su cariño más que cualquier otra joven. Puso en su cabeza la
corona real y la escogió como reina en vez de Vasti. (Esther 2; 15-17).
Hay situaciones en que el responsable hace lo que le corresponde,
podría ser que no de mala manera, pero sin dar su mejor esfuerzo; esa actitud también
puede provocar que con el tiempo se decida cambiarle por alguien que de mejores
resultados.
Obró lo que es bueno a los ojos de Yahvé, aunque no de todo
corazón (2 Cr; 2).
Dios nos ama y nos bendice, con su bendición nos hace necesarios más no
indispensables, ante nuestra negativa, desinterés o desamor; llegará el momento
en que alguien más haga lo que no hicimos o no quisimos hacer bien.
El apostolado
Los que además de llevar la rutina de vida nos involucramos y
participamos activamente en algún apostolado, sabemos también que existe un
enamoramiento por el apostolado (similar al de los novios), después de 6 meses
puede no ser el mismo; porque descubrimos que las cosas no son tan perfectas al
interior del grupo apostólico como se ve desde afuera. Puede resultar
frustrante saber que todos conocen determinada situación sobre algún hermano en
particular y que implica que el testimonio de vida no es el mismo que el que su
boca dice; ese es uno de los principales motivos para la deserción en los
grupos y para cuestionar la labor del coordinador. Siempre veremos a personas a
las que solo les gusta participar donde se les puede ver para recibir
palmaditas del Sacerdote o de sus amistades; olvidándose de que si se
integraron fue para trabajar por la salvación del prójimo y no para socializar.
La función del coordinador no es la misma que la del patrón: exigir resultados
a sus subordinados y si no los brindan reemplazarlos. La espiritualidad
obtenida a través del tiempo y la formación pastoral hará que el coordinador
influya en cada uno de los miembros de su apostolado para que en un ambiente de
cordialidad; se logre trabajar en pro del más necesitado de la misericordia de
Dios. La espiritualidad de cada uno de los miembros permitirá que ellos se
entreguen plenamente al servicio de los demás o solamente trabajen para mejorar
su imagen social.
Para finalizar he de mencionar que como la vida misma es una rutina, el
empeño que debemos poner en la realización de cada uno de los trabajos en que
nos vemos involucrados debe ser el máximo, según nuestra propia capacidad;
porque en ese esfuerzo va nuestra vida.
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