Los judíos consideraban que existían dos cánones de los Libros Santos: el Canon Breve palestinense) y el Canon Largo (alejandrino).
El Antiguo Testamento en hebreo (Canon Breve) está formado por 39 libros y se divide en tres partes: " La Ley", "Los Profetas" y "Los Escritos".
El Antiguo Testamento en griego (Canon Largo) está formado por 46 libros. La versión griega de la Biblia, conocida como de los Setenta o septuaginta, cuenta con 7 libros más: Tobías, Judith, Baruc, Eclesiástico, I y II de Macabeos y Sabiduría, además de algunas secciones griegas de Ester y Daniel. Estos libros son conocidos frecuentemente, aunque la expresión no sea necesariamente la más adecuada, como "deutero-canónicos".
Los judíos en Alejandría tenían un concepto más amplio de la inspiración bíblica. Estaban convencidos de que Dios no dejaba de comunicarse con su pueblo aún fuera de la Tierra Santa, y de que lo hacía iluminando a sus hijos en las nuevas circunstancias en que se encontraban.
Los Apóstoles, al llevar el Evangelio al Imperio Grecorromano, utilizaron el Canon Alejandrino. Así, la Iglesia primitiva recibió este canon que consta de 46 libros.
FORMACION DEL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO PALESTINENSE
¿En que momento se decide escribir lo que está en la Biblia? Hay persas razones si analizamos las fuentes humanas que redactaron estos libros. Según los estudiosos modernos, la Torá(hebreo) o Pentateuco(griego) tiene cuatro fuentes: la yahvista, la elohista, la deuteronomista y la sacerdotal. Todas surgen en momentos históricos diferentes, lo que demuestra que lo que un autor escribía no se consideraba infalible y consumado si no que estaba propenso a adiciones; un ejemplo son los dos relatos de la creación del Génesis distanciados casi 500 años entre sí, escrito uno en la época de Salomón, y el otro después del destierro.
Dentro del canon del Antiguo Testamento se pueden apreciar tres pisiones importantes o la Triple pisión: La Ley, los Profetas y los Hagiographa. Cada una de ellas se gesta en épocas muy precisas dentro de la historia de Israel, y así mismo tienen un orden de importancia diferente.
El primer lugar lo ocupa la Ley, formada por los cinco primeros libros de la Biblia; encontrándose aquí la Ley dada por Dios a Moisés. Estas ordenanzas que agrupan entre otras: el Decálogo, las leyes civiles, la ley del culto, dejan ver la estructura social y religiosa de Israel hasta la época del Destierro. Esta Escritura será lo mas sagrado para el israelita. En el nuevo Testamento será llamada: La cátedra de Moisés
En segundo lugar vienen los Profetas, pidiéndose en anteriores y posteriores, los anteriores son los libros históricos: Josué, Jueces, Samuel, Reyes, entre otros. Y los posteriores se refieren a los profetas mayores: Isaías, Jeremías y Ezequiel, y los doce profetas menores.
Por último están los “otros escritos” que agrupan libros como: Eclesiastés, Salmos, Proverbios, etc. Estos libros han sido discutidos en cuanto a su separación de los proféticos, y George Reid escribe en su Canon sobre el Antiguo Testamento: “A pesar de las diferencias de fechas, los críticos concuerdan en que la distinción entre los Hagiographa y el Canon Profético es esencialmente cronológica. Se debe a que los Profetas ya habían formado una colección cerrada a la que no tenían acceso Rut, Lamentaciones y Daniel, aunque pertenecieran naturalmente a ellos y, consecuentemente, tuvieron que aceptar un lugar en la formación más nueva, los Kéthubim”
La importancia de la Ley por encima de los otros libros se aprecia en Deu 11, 18-21, Aquí Moisés habla en nombre de Yahvé diciendo:
Enseñad a vuestros hijos a meditarlas(la ley) ... Las escribirás sobre los postes y las puertas de tu casa; a fin de que se multipliquen tus días...
En este texto vemos como el judío toma conciencia de la importancia de la Palabra de Yahvé y además de transmitirla oralmente, empieza a escribirla en postes y las puertas. Con el tiempo estas palabras o frases fueron siendo redactadas en textos más largos y que empezaron a mantenerse dentro del servicio de los levitas. Tanto así que en 2 Re 22, 8 El sacerdote Helcías encuentra el libro de la ley. Las suposiciones de los teólogos e historiadores, es que esta ley es el Deuteronomio. La verdad es que el simple hecho que los israelitas se impresionen con este hallazgo, incluso el mismo sacerdocio judío, y la posterior profesión de fe del pueblo hacen pensar que antes de esto(621 A.C) Israel no poseía una codificación de leyes que respetaran como transmitidas por Moisés e inspiradas por Dios. Aunque algunos autores tradicionalistas citan textos como:(Ex 24, 4), (Ex 34, 27), (Deu 30, 10), (Deu 31, 9), (Jos 1, 8); no es históricamente demostrable que se tratase del Pentateuco en toda su extensión.
Entonces se ve como el pueblo utiliza este libro para mantenerse fiel al pacto hecho con Dios. Y así se van adicionando otros libros hasta formar todos los libros de la Biblia hebrea para que finalmente, el pueblo cuente con una serie de libros sagrados.
Se debe aclarar que la Biblia hebrea sale de la fe de Israel no al revés como muchas iglesias protestantes, que salen de la Biblia siendo que esa misma Biblia salió de la Iglesia de Cristo. Aun cuando queda claro que debía existir un ente rector que separara la literatura pina de la humana.
En cuanto al género profético, si se puede decir que se contaba con un conjunto de libros de este género. El profeta Daniel en su libro declarará que investigó las profecías de Jeremías
Se puede decir que el profeta Esdras y el gobernador civil Nehemías son los encargados de darle forma definitiva a los libros que hasta ese entonces se consideraban inspirados. Esto se puede ubicar en el siglo V, razón por la cual los protestantes creen que hasta aquí se cierra la inspiración del Espíritu Santo.
Los argumentos utilizados para afirmar esto se basa en tres documentos esenciales:
Un libro escrito por Josefo Flavio “Contra Apionem” donde expresa que para la época del Rey Artajerjes Longaminus, ya los judíos contaban con un canon cerrado de 22 libros. (1, 7-8). La época de este hecho es contemporánea a Esdras y Nehemías.
El cuarto libro de Esdras. Este apócrifo revela que Esdras estuvo durante cuarenta días dictando los 24 libros inspirados. Esta cifra concuerda con los de Josefo si se toman dos libros juntos en los libros dobles.
El libro segundo de los Macabeos (2, 13-15) data que Nehemías organizó la literatura judía.
Además de estos argumentos, el Talmud Babilónico revela hacia finales del siglo primero que los libros canónicos para los judíos eran 24, confirmando lo que decía el libro de Esdras y Josefo.
El punto católico que admite que Esdras organizó la literatura judía no concibe que Esdras cerrara el Canon judío como dicen los protestantes, ya que los argumentos tomados revelan un conjunto de libros canónicos hasta ese momento, mas no un mandato pino que mandara a Esdras a cerrar el canon. Esta posición se refuerza por la siguiente contradicción: ¿Si Esdras cerró el canon por qué libros como Nehemías, Esdras, Crónicas que surgen mucho después de su muerte son incluidos en el canon?
De todos modos, el proceso de formación del canon judío palestinense fue largo y no se definió hasta entrado el Siglo .II D.C
LA DEPORTACIÓN A BABILONIA
Cuando el pueblo de Israel entró a Canaán estuvo rodeado de muchos pueblos paganos que adoraban otros dioses. Yahvé les advirtió que no se pervirtieran en pos de dioses ajenos, si no que se mantuvieran fieles a Él, porque si no los llevaría a tierra desconocida. Es el hecho de la deportación a Babilonia por el Rey Nabucodonosor anunciada en el Deuteronomio:
El Señor te transportará con tu rey, que habrás establecido sobre ti, a una nación que ni conoces tú ni tus padres, en donde servirás a dioses extraños, al leño y a la piedra (Deu 28, 36)
Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y a la gente mas pobre, los transportó Nabuzardán, general del ejercito, a otra parte. (2 Re 25, 11)
Israel fue deportado a Babilonia entre el 586 al 538 AC y el templo de Jerusalén fue destruido. Esto como consecuencia de sus malos actos. En esos momentos en que no disponían de templo fue cuando surgen los escritos sacerdotales, dándole realce a las ceremonias y ritos basados en los textos sagrados.
Cuando Ciro I, emperador del Imperio Persa permite el regreso a Israel, no todos los judíos regresaron allí; algunos fueron a Egipto o Grecia. Entonces empiezan a existir los judíos de Israel y los judíos griegos.
En Israel empieza un clamor por considerar los valores propios del pueblo, por restablecer el culto a Yahvé y se empieza la reconstrucción del templo.
Es con el destierro que los judíos tratan de organizar su literatura pina, y es de gran importancia la labor que en este sentido desarrollaron Esdras y Nehemías. El mismo libro de Nehemías relata como se llevó al pueblo a escuchar la ley y prometer cumplirla siempre.
Este acontecimiento de la deportación abrió un gran horizonte para el desarrollo mismo de la literatura judía ya que el pensamiento de los judíos griegos era muy abierto por la influencia helénica, lo que les daba una visión total de la revelación de Dios, no encasillándola a un sitio y una lengua como suponían los judíos palestinenses.
LA SEPTUAGINTA O LOS LXX
Durante el esplendor de Alejandría, el Rey Ptolomeo Filadelfo deseaba tener toda la literatura de todas las religiones del mundo en griego y según la historia designó setenta traductores para traducir los libros usados por los hebreos(de ahí el nombre de Septuaginta). La traducción llevó los 39 libros hasta ese entonces reconocidos por los judíos. Esto puede datarse entre el 285 a 246 A.C (periodo de Ptolomeo)
Muchos protestantes aluden que después de Malaquías (el último libro del Antiguo Testamento hebreo) no existió revelación en Israel hasta Juan Bautista porque Dios apartó el Espíritu. Por lo tanto cualquier literatura que circulara después de esto se consideraría apócrifa. Jesús, sin embargo nos deja una luz sobre esto. El dirá que hasta Juan llega la Ley los profetas(Lc 16,16). No expresa nada sobre que hasta Malaquías y después sólo Juan hablarían en nombre de Dios.
Después del destierro, los judíos perdieron su lengua hebrea (135 A.C) y empezaron a hablar arameo. Entonces, cuando se quiere establece un canon hebreo ya no existe lengua hebrea. Los libros deuterocanónicos aparecen después de que se diera la Septuaginta, con los textos originales en griego, aunque algunos tienen los originales en hebreo Y SIN EMBARGO NO LOS QUIEREN RECONOCER, ellos son siete:
Tobías
I y II Macabeos
Judit
Eclesiástico
Baruc
Sabiduría
Además de esto, ciertos fragmentos de libros utilizados en esa época como Daniel y Bel o la historia de Susana, Ester, entre otros, fueron encontrados en griego y se adicionaron a la Septuaginta, pero la versión hebrea no los incluyó, por ser de origen griego
Entonces como estos libros tenían sus originales en griego, los judíos alejandrinos simplemente los agregaron a la Septuaginta, quedando está en 46 libros como tenemos los católicos actualmente. Pero recientemente se ha encontrado documentación sobre que es probable que I Macabeos, Judith, Tobías y Eclesiástico sí hayan tenido un original hebreo o arameo. Esto simplemente daría mayor fuerza al lado católico de dejar en 46 los libros inspirados.
De todos modos, la Septuaginta completa utilizada por los judíos alejandrinos contenía más de 39 libros, e incluso rompió el orden que tenía la versión hebrea, lo que demuestra que hasta entonces la ordenación hebrea no era infalible.
La Septuaginta no hacía distinción entre proto y deuterocanónicos. Todo el rollo completo tenía todos los libros, y mantenían el mismo valor que los demás libros.
¿QUE CONTIENEN LOS DEUTEROCANONICOS?
Predispuestos con la ubicación de estos libros, los protestantes se han tomado la tarea de buscar evidencias que pongan en tela de juicio la inspiración pina de los mismos. Han tratado de desvirtuar su contenido con frases textuales sacadas de ellos y exponiéndolas fuera de su contexto; así bajo esta regla hasta los libros de la Biblia hebrea perderían su inspiración pina.
Tobías: Este libro nos narra la historia de Tobías, un judío del norte de Palestina, de la tribu de Neftalí, desterrado a Asiria. Llega a ser administrador del Rey pero sigue siendo el mismo lleno de amor por los pobres e incluso a exponer su vida por esto. El personaje de fondo es Tobit, el padre de Tobías, que muestra su amor por educar a su hijo en la ley de Dios.
Este junto a Macabeos es la principal piedra en el zapato de los protestantes, por el siguiente verso:
“Sepan entonces que, cuando tú y Sara rezaban, yo presentaba tus oraciones a Dios” (Tob 12,12).
Bajo esta frase, la doctrina de la intercesión de los ángeles y santos quedaría fortalecida.
Aun más, si se observa Apocalipsis 8 donde se dice:
“... se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer ... las oraciones de todos los santos, se elevó de las manos del ángel a Dios”. (Ap 8,3-4).
Esta conexión presente entre Tobías y Apocalipsis llevó a Martín Lutero a considerar el Apocalipsis como un libro apócrifo e intentar sacarlo del canon del Nuevo Testamento. Lutero debió ser muy astuto para intentar buscar en el Nuevo Testamento cualquier cita que apoyara los deuterocanónicos para querer sacarlos también del Canon. En los otros libros se observará que él hace lo mismo.
Pero lo que arguyen los protestantes es que estos libros se contradicen con los otros. Veamos si es verdad:
En 1Sam 16, Samuel busca a David para ungirlo porque el espíritu de Dios vive en él. A Saúl lo atormenta un espíritu malo que supuestamente viene de Dios(esto sí que pareciera contradictorio a Dios), entonces le envían a David al rey Saul, y dice la Palabra:
“Cuando el espíritu de Dios atormentaba a Saúl, David tocaba la cítara y Saúl encontraba calma y bienestar, y el espíritu malo se apartaba de él.” (1 Sam 16,23)
En Tobías se aprecia una historia similar: Sara se ha casado varias veces, y todos sus maridos han muerto por la presencia de un espíritu malo; el ángel Rafael le dice a Tobías que tome un pescado, le saque el hígado, la hiel y que al quemarlo el espíritu malo desaparecerá:
“Si se quema el corazón o el hígado del pez ante un hombre o mujer atormentados por un espíritu malo desaparecerá para siempre”. (Tob 5, 8)
Entonces, si dicen algunos protestantes, que esto es brujería, que no es bíblico, tampoco sería lo de David. En conclusión, el lector se dará cuenta, que son costumbres del pueblo judío. No significa que esto sea antibíblico.
Otro argumento usado contra Tobías, lo aprecie de un libro protestante(y cualquier artículo evangélico sobre este tema lo usa) donde criticaban este verso:
“... la limosna libra de la muerte y purifica todos los pecados” (Tob 12, 9)
A simple vista parece que los pecados fueran borrados no por el poder de Dios sino por la limosna. Pero si miramos el verso dentro de su contexto veremos que el ángel Rafael en el versículo 7-8 dice:
“Practiquen el bien, porque así nunca les alcanzará el mal. Es buena la oración con ayuno, limosna y justicia.... es mejor dar al pobre que amontonar tesoros ...”
Como se ve, el autor está comparando el dar a los pobres con el amontonar tesoros; y de aquí muestra cual de los dos actos purifica mas y libra de los pecados. No es en sí el dar limosna, pero comparado con amontonar tesoros, lo primero le agrada más a Dios. Además completemos esto con otro texto:
“Por eso, rey, acepta mi consejo: borra tus pecados con obras de justicia y tus maldades con obras de misericordia con los pobres”. (Dan 4,24)
¡Caramba!. ¿Será que Daniel, el que profetiza sobre Cristo en el capítulo 7, está suplantando su obra redentora por las obras con los pobres?. Para poder tomar una cita aislada de la Biblia se debe asegurar que otro texto no contradiga supuestas afirmaciones ya que en verdad LA PALABRA NO SE CONTRADICE. Además, cuando la Iglesia aun no ha apostatado como dicen los protestantes, Policarpo de Esmirna en el siglo II, discípulo del apóstol Juan escribe en su carta a los filipenses:
“Cuando puedan hacer el bien, no lo posterguen, pues la limosna libera de la muerte”
Será que Policarpo se equivocó y referenció un libro NO INSPIRADO. Mas bien se debe dudar hombres aparecidos hace unos cuantos siglos.
Y para ser mas exactos la primera carta de Pedro dirá: “porque el amor cubre o disimula multitud de pecados” ¿Será que dirán que esto también es un mensaje de salvación falso?
1 y 2 Macabeos: Los libros que existieron de los Macabeos fueron cuatro pero la Iglesia sólo reconoció dos de ellos como inspirados por Dios. La historia de estos libros se desarrolla en el segundo siglo antes de Cristo(175-135) cuando una familia al mando de Judas Macabeo, lucha por la libertad del pueblo judío, y más de su religión. Se vuelve a advertir que el punto álgido con los protestantes es la oración a los muertos, que fortalecería la doctrina del Purgatorio, pero cabe resaltar, que esta doctrina no está soportada solo en este versículo:
“... y rezaron al Señor para que perdonara totalmente ese pecado a sus compañeros muertos”. (2 Mac 12, 42).
Según esto, si se ora por los muertos, Dios perdonará sus pecados. Realmente no existe otra cita en la Biblia que muestre lo mismo, pero el sentido de este artículo no es explicar el purgatorio, sin embargo se muestra a continuación el pensamiento de un autor protestante sobre la oración a los muertos:
"Claro que oro por los muertos. La acción es tan espontánea, tan inevitable, que sólo el caso teológico más compulsivo contra ella podría detenerme. Y apenas sé cómo podría sobrevivir el resto de mis oraciones si las que son por los muertos fueran prohibidas. A nuestra edad, la mayoría de los que más amamos están muertos. ¿Qué clase de relación podría tener con Dios si no pudiera mencionarle lo que más amo?". C.S.Lewis. Cartas a Malcom.
Pero como esto no los haría cambiar de opinión, igual que en Tobías, han buscado citas para desprestigiar los libros. Por ejemplo en 2 Macabeos 15:
“Si la narración ha sido buena y bien dispuesta, esto es lo que he deseado; mas si ha sido mediocre e imperfecta, es porque no podía hacerla mejor”. (2 Mac 15,38).
Según un libro protestante, esta cita hace dudar de la verdadera inspiración del autor, pero yo creo que siendo sincero el autor realza más su labor de escritor. Pregúntele a un protestante si el Espíritu que inspiro a los autores de Crónicas fue diferente al que inspiró al de Proverbios, sólo porque uno recopila datos históricos, mientras que el otro indica lo que agrada a Dios.
Otra cita usada se encuentra en el capítulo 14 donde el autor protestante dice que aquí se exalta el suicidio. Pero leamos lo que realmente dice:
“Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, acudieron muy numerosos a Nicanor, pensando que las desgracias y la derrota de los judíos serían victorias para ellos”.(2 Mac 14,14)
¿En una época como la de los Macabeos, a que pueblo no le agradaría que sus enemigos sean vencidos? No se observa ninguna exaltación como quieren hacer ver.
Se puede intentar hacer el mismo análisis que en Tobías para ver que cita del Nuevo Testamento la refuerza, y si COINCIDENCIALMENTE Lutero lo saco del canon del Nuevo Testamento:
Dave Amstrong en su artículo sobre los deuterocanónicos(traducido por Luis Perez) hará un paralelo entre (1 Cor 15, 29)y (2 Mac 12, 44):
1ª Corintios 15:29 De no ser así ¿a qué viene el bautismo por los muertos?. Si los muertos no resucitan en manera alguna ¿porqué bautizarse por ellos?
2ª Macabeos 12:44 Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos.
En la cita de Pablo, el término “bautismo” connota expresamente penitencia o aflicción(ver Mc 10, 38-39) y está indicando las oraciones que la Iglesia primitiva hacia por los muertos(por los que se podía orar). Pero como esta cita puede ser entendida de un modo diferente, Lutero no vio problema en dejarla. Donde si no perdonó fue en la carta a los Hebreos.
El capítulo siete del segundo libro de Macabeo presenta una bella historia, de 7 hermanos que mueren torturados por no postrarse y adorar a un rey. Lo bello de esta historia es ver la fe de estos hermanos en la promesa de la resurrección de los muertos. Cada uno muere torturado confiando en la recompensa eterna. Pasando al Nuevo Testamento, Hebreos 11, 35 dirá:
“las mujeres recibieron a sus muertos por la resurrección. Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor" (Heb 11, 35). James Akin(evangélico converso) en su escrito sobre el tema recapitula los hechos donde el Antiguo Testamento protestante muestra a hombres torturados y nunca hacen alusión a la esperanza de la Resurrección. Lutero debió haber leído este pasaje y haberse acordado de Macabeos, y como no estaba de acuerdo con lo que este deutero enseñaba, libremente decidió también llamar a la Carta a los Hebreos: APÓCRIFA.
El primer libro de los Macabeos, según el Talmud babilónico, era usado en la fiesta de las Encenias o purificación(hanukkah) con el texto 1 Mac 4, 36-adelante.
Es lamentable ver a Lutero buscar reformar los errores de la Iglesia Católica mientras él a su libre albedrío quitaba libros de LA PALABRA DE DIOS, sólo porque no iban de acuerdo con sus doctrinas. Cuantos evangélicos desconocen estas cosas.
Eclesiástico: Este libro fue escrito por Jesús Ben Sirá(180 A.C) y traducido por su nieto al griego(135 A.C). Recopila muchos pensamientos y consejos de sabios. Exalta el valor de la sabiduría, y toca muchos temas de interés para todos. Hay algo curioso con este libro, si en verdad la Iglesia lo puso para defender algo. La Iglesia enseña que la unidad del Cuerpo de Cristo, que somos todos, incluye a la Iglesia militante, que somos los vivos, la Iglesia purgante que están ya salvos pero en proceso de la santificación final, y la Iglesia triunfante, que están en la presencia de Dios. Además, creemos que podemos orar por los difuntos, y que los santos pueden interceder por nosotros. Entonces vemos un pasaje de este libro:
“El muerto no puede ya alabarle y merecer la vida eterna” (Eclo 17, 18).
Con un sentido protestante, esta cita demostraría que los que no están vivos no pueden orar ni alabar a Dios. Lo que quiero mostrar es que estos libros NO LOS IMPUSO la Iglesia para defender nada, los puso porque son obra del Espíritu Santo. El texto anterior es utilizado para desmitificar “la Comunión de los Santos” e incluso de libros protocanónicos sacan citas parecidas.
También se podría mirar una cita parecida a la de Tobías en eclesiástico 3,32:
“El agua apaga el fuego ardiente, y la limosna expía los pecados”. (Eclo 3,32)
Pero cabe preguntarnos si realmente lo que borra los pecados es la sangre de Cisto, ¿Por qué el autor de la 1 carta de Pedro escribe?:
“el amor borra los pecados” (1 Pe 4, 8). ¿Será que dudaremos hoy de la carta de Pedro por esta frase?
Miremos las citas de este libro que pueden ser tomadas en otros libros :
“No seas hablador en el concurso de los ancianos, ni repitas en tu oración o amontones las palabras” (Eclo 7,15).Comparémoslo con (Mt 6, 7)
“Pues al modo que en el fuego se prueba el oro y la plata, así los hombres gratos a Dios se prueban en la fragua de la tribulación” (Eclo 2, 5-6). Comparar con (1 Pe 1, 7)
“Perdona a tu prójimo cuando te agravia, y así cuando tu implores el perdón, e serán perdonados tus pecados” (Eclo 28, 2).Comparar con (Mt 6, 14).
“Escucha con sosiego lo que te dicen; a fin de que lo entiendas, y puedas dar con prudencia una cabal respuesta”(Eclo 5, 13).Comparar con (Sant 1, 19)
“Venid a mí todos los que hallais presos de mi amor, y saciaos de mis dulces frutos”(Eclo 24, 26). Comparar con (Mt 11, 28)
Que cada lector analice y le pida el Espíritu que lo guíe hacia la verdad.
Sabiduría: Este libro al igual que Eclesiástico nos presenta una serie de consejos y pensamientos acerca de la sabiduría. Fue escrito fuera de Israel, razón por la cual los judíos de Palestina decidieron excluirlos de su Biblia. Se ve muy marcado el pensamiento helénico pero su contenido es bello. Este libro de seguro pensarán los protestantes que la Iglesia lo colocó para defender algo. La verdad es que este libro dedica varios capítulos a atacar la idolatría, de la cual tanto nos acusan. Lo mejor para la Iglesia hubiera sido excluirlo, sin embargo lo dejó. Miremos un pasaje:
“Pues la invención de los ídolos fue el origen de la idolatría, y su hallazgo la corrupción de la vida, porque ni los había en el principio, ni los habrá siempre.” (Sab 14, 12-13)
El texto menciona que los ídolos no durarán para siempre, pero lo raro es que según los protestantes, los católicos somos idólatras y llevaríamos dos mil años haciéndolo. De todos modos este libro nos ayuda aclarar en verdad la diferencia entre lo que la Iglesia enseña como veneración y la verdadera adoración.
“Y así hacían traer desde lejos los retratos de aquellos a quienes podían los hombres honrar personalmente por estar distantes y exponían a la vista de todos la imagen del rey a quien querían tributar honores, a fin de reverenciarle con su culto, como si estuviere presente. La extrema habilidad del artífice atrajo también a los ignorantes a este culto; porque deseando complacer al que lo hacía trabajar, empleó todos los esfuerzos del arte, para sacar mas al vivo la imagen. Con esto embelesado el vulgo, con la belleza de la obra, comenzó a calificar por un dios al que poco antes era honrado como un hombre” (Sab 14, 17-20).
Como se observa en el último verso, honrar a alguien como hombre NO ES IGUAL a adorarlo como dios, ya que esto último podría suceder posteriormente, como lo indica el texto. El texto usa palabras como “reverenciar, tributar honores, honrar”NUNCA dice adorar, ya que esto solo se da a Dios. Muchos de los enredos que tienen los protestantes por no entender la diferencia entre veneración y adoración es por culpa de no tener en su Biblia, la verdadera revelación de Dios.
Ahora, miremos algunas referencias del Nuevo Testamento en este libro:
“Por tanto recibirán de la mano del Señor el reino de la gloria y una brillante corona; los protegerá con su diestra, y con su santo brazo los defenderá. Tomará la justicia por coraza, y por casco el juicio infalible. Alzará por escudo impenetrable la rectitud.” (Sab 5, 17.19-20) Comparar la idea con (Ef 6, 14)
“Como que es el resplandor de la luz eterna, y un espejo sin mancilla de la majestad de Dios, y una imagen de su bondad. Y con ser una sola lo puede todo; y siendo en sí inmutable, todo lo renueva, y se derrama por todas las naciones” (Sab 7, 26-27). Comparar con (Heb 1, 3)
“Juzgarán a las naciones y señorearan a los pueblos, y el Señor reinará con ellos”(Sab 3, 8). Comparar con (1 Cor 6, 2)
Judith. El libro de Judith es mas que todo una novela que realza el valor de fe de esta mujer para librar a su pueblo. Es en una forma figurada, una imagen de María, ya que por su fe, Israel fue librado. Esto de María es razón suficiente para que un protestante rechace este libro, pues sabemos qué papel dan a la madre que Jesús nos dejó. En este libro no han encontrado puntos doctrinales para atacar, mas sin embargo, miremos que relación existe entre Judith y María.
“Porque te has portado con varonil esfuerzo, y has tenido un corazón constante; porque has amado la castidad, y no has conocido otro varón que tu difunto marido; por esto también la mano del Señor te ha confortado, y por lo mismo serás bendita para siempre” (Jud 15, 11).
Lo que se resalta es que a Judith se le llame bendita para siempre si se compara con (Lc 1, 28. 42). A Judith la bendicen los hombres pero a María la bendice Dios.
Otro texto de Judith(histórico) que se ilustra en el Nuevo Testamento es:
“Al contrario, aquellos que no sufrieron las tentaciones con el temor del Señor, sino que manifestaron su impaciencia y prorrumpieron en injuriosas murmuraciones contra el Señor, fueron exterminados por el ángel exterminador, y perecieron mordidos por las serpientes”. (Jud 8, 26-27). Comparar con (1 Cor 9-10).
Baruc. Este corto libro que toma mensajes sobre la deportación y habla del destierro, no tiene ningún conflicto doctrinal ni bíblico, por eso es ignorado por los protestantes a la hora de atacar los deuterocanónicos.
De todos modos, el libro ¿Qué es la Biblia? presentará una cita de Baruc como muestra de ser una profecía falsa:
“Llegados, pues, a Babilonia estaréis allí muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones; después de lo cual os sacaré de allí en paz”. (Bar 6, 2)
Parece ser que lo que el libro critica es la expresión “siete generaciones” que indicaría mucho mas tiempo que lo que Israel duró en el destierro; pero la realidad es que Baruc está tomando cada generación de diez años.
Este libro de Baruc era leído en el día de la Expiación según testimonio de las Constituciones apostólicas.
Además de estos siete libros, existen fragmentos de Esther y de Daniel que los judíos palestinense no admitieron. En todo caso, la Septuaginta no coloca estos fragmentos como apéndices separados, razón por lo cual, ellos reconocían su valor canónico como parte del texto original.
LA EPOCA DE JESUS
Un hecho que puede inclinar la balanza a favor de los argumentos católicos lo pueden dar los hechos del Nuevo Testamento. Jesús muchas veces se refiere al Antiguo Testamento(pero no explícitamente) dando testimonio de que si eran de valor para los judíos. Por ejemplo, en Lc 4,16-19, Jesús lee un texto de Isaías, en Mt 5,38-39, hace referencia a Levítico, en Mt 9, 13hace referencia a Oseas, y así hay muchas más. Pero recordemos que los evangelios a excepción del de Mateo fueron escritos en griego. ¿De donde sacaron las alusiones del antiguo Testamento los evangelistas? Pues claro que de la Septuaginta por también estar en griego y sabemos que está constaba de 46 libros.
Además, 300 de las 350 referencias al Antiguo Testamento son tomadas de la Septuaginta y no del canon hebreo.
Cuando Jesús se refiere a la Biblia, sólo hace mención como Ley, profetas y salmos (Lc 24,24-27) sin especificar más. Esto se entiende ya que en su época no había un canon definido.
Pero tampoco hizo alusión a otros libros del Antiguo Testamento y sin embargo los protestantes los consideran como canónicos: Por ejemplo Ester, Sofonías, Eclesiastés, Cantar, Abdías o Nahum. ¿Será que bajo ese argumento dejaremos por fuera los libros que Jesús no mencionó? Es ridículo.
Además, los protestantes, tiene como canónicos libros con citas de referencias no canónicas:
Por eso se dice en el libro de las guerras de Yahvé” (Num 21,14) ¿Este libro aparecerá en la Versión reina Valera? Te aseguro que no, y sin embargo el libro de los Números es canónico
“Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo hubo tomado desquite de sus enemigos. Así está escrito en el libro del Justo” (Jos 10,13). ¿Será que a Lutero se le olvidó traducir este libro al alemán?
“David compuso el siguiente cántico para Saul ... y está escrito en el libro del Justo” (2 Sam 1,18).
¿El rey David usó un libro apócrifo?
En el Nuevo Testamento cuando ya los libros del canon hebreo estaban cuajados es imposible pensar que a alguien se le ocurriera escribir un texto basado en un libro no inspirado. Sin embargo, el apóstol Judas(no el traidor) escribe una carta que aparece en cualquier Nuevo Testamento protestante, en donde se basa en un libro apócrifo:
“Ni siquiera el arcángel Miguel cuando discutía con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés se atrevió a proferir algo injurioso” (Jud 1,9).
¿Será que a uno de los doce ungidos de Jesús se le hubiera apartado el Espíritu Santo para que se basara en un apócrifo? Lo que realmente podemos analizar es que aun en la época de Jesús no existía un canon cerrado de los libros que podían considerarse sagrados e inspirados por Dios. No existe argumento para truncar la revelación de Dios hasta Malaquías pues la referencia que usó Judas fue “La Asunción de Moisés”, un apócrifo del año 4 A.C.
Algunos protestantes que reconocen que la Septuaginta usada en la época de Jesús contenía más libros, llegan a decir ahora, que los siete libros deuterocanónicos eran suplemento del rollo grande. Este argumento no es valido ya que si los deutero no eran canónicos hubieran contaminado el rollo grande.
Se puede inducir un proceso tácito de canonicidad de los deuterocanónicos, por el simple hecho del papel que da la Iglesia primitiva a la versión de los Setenta. Ese uso indiscutido y su subsiguiente extensión por las Iglesias dan a entender la aprobación de los Apóstoles a esta versión, que contenía los deuterocanónicos.
HALLAZGOS DE QUMRAM
En el año de 1947 en la región de Qumram se encontraron varias referencias de la literatura judía en una época paralela a la de Juan Bautista. La importancia de estos hallazgos arqueológicos es que muestran tal vez los rasgos de un grupo religioso que al parecer fue narrado por Filón de Alejandría y Flavio Josefo conocidos como los Esenios.
Los fragmentos encontrados
Lo importante en este artículo es mostrar simplemente que dentro de los hallazgos fueron encontrados muchos escritos usados por los Esenios, diferentes de los 39 antes mencionados como protocanónicos.
La enciclopedia Encarta 2001 nos muestra los siguientes textos hallados: ... libros de himnos, comentarios bíblicos y textos apocalípticos; dos de las copias más antiguas conocidas del Libro de Isaías casi intactas y fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, a excepción del de Ester. Entre estos fragmentos se encuentra una fantástica paráfrasis del Libro del Génesis. Asimismo se descubrieron textos, en sus idiomas originales, de varios libros de los apócrifos, deuterocanónicos y pseudoepígrafos. Estos textos, ninguno de los cuales fue incluido en el canon hebreo de la Biblia, son Tobías, Eclesiástico, Jubileos, partes de Enoc y el Testamento de Leví, conocido hasta entonces sólo en sus antiguas versiones griega, siríaca, latina y etíope.
Se puede decir que los hallazgos de Qumram son argumentos verdaderamente de peso para mostrar que los libros deuterocanónicos eran igualmente usados que los del canon judío palestinense, pues demuestran que no existía un supuesto canon cerrado.
¿CONCILIO EN JAMNIA?
Siguiendo con nuestro estudio llegamos a un punto determinante: el supuesto Concilio de Jamnia. He oído protestantes que dicen que este concilio surgió cuando los deuterocanónicos quisieron hacer parte del canon judío pero la veracidad histórica de este concilio sigue tan en duda como su verdadera fecha de realización (80-100 D.C). Jamnia era una ciudad judía ubicada a 12 millas del sur de Judá. La NJBC (New Jerome Bible Comentary) sostiene: "No hay ninguna evidencia que lista alguna de libros haya sido definida en Jamnia." (p 1040). Se ha propuesto recientemente la idea de que lo que en verdad existió fue una escuela rabínica pero los protestantes que “no tienen tradiciones” siguen siendo fieles a la creencia del concilio y de la lista oficial de libros.
Cuando Martín Lutero traduce la Biblia al alemán sólo traduce 39 libros del Antiguo Testamento, tal vez inspirado en este canon de Jamnia, de los mismos judíos que entregaron al Mesías. Los católicos en cambio seguimos la Septuaginta usada en la época de Jesús de 46 libros.
¿Por qué hubo un concilio? Los judíos sabían que los cristianos utilizaban libros de la Biblia griega, y que existían cristianos por todo Oriente. El concilio excluyó los deuterocanónicos para que su Biblia se distinguiera de la usada por los cristianos; así ellos quedaron con una Biblia en hebreo de 39 libros, y los cristianos quedaron con un Testamento de 46 libros. Los cristianos entendían que los judíos eran los depositarios de la Palabra (Rom 3,1-2) pero al mismo tiempo vieron que esos depositarios mataron al Cristo, al Verbo. Además, un argumento de canonicidad basado en el lenguaje se queda corto, pensar que sólo lo inspirado estaría en hebreo es limitar la acción del Espíritu Santo.
LA IGLESIA PRIMITIVA Y LA VULGATA DE SAN JERONIMO
Poco a poco vamos dándole forma a nuestro tema, y de seguro que nuestro lector ya va entendiendo un poco más la razón de los deuterocanónicos y de por qué la Iglesia los hace inspirados. Pero falta el arma definitiva a nuestro favor: El pensamiento de los Padres y la Iglesia primitiva.
Justino Mártir en el siglo II en su “Dialogo con Trifón” expresaba que los judíos habían mutilado la Escritura, aunque esta afirmación no está muy profundizada si hace ver que el canon cristiano debía ser de mayor extensión que el canon hebreo, y que los judíos estaban rechazando cualquier literatura que usarán los cristianos para diferenciarse de ellos.
De todos modos, los testimonios de los Padres que reconocen y aun, que mencionan los deuterocanónicos son muy amplios.
Siglo II
Dentro del siglo II no se vislumbra dudas acerca de los deuterocanónicos. TODOS los Padres de la Iglesia occidental reconocen y citan estos libros con el mismo peso que citan los protocanónicos, y nunca hacen la distinción entre ambos.
Clemente Romano menciona a Judit y Ester(1 Cor 22, 4-6). En su carta a los Corintios(27,5) cita (Sab 12,12)
La carta de Bernabé cita (Sab 2, 12) en (6, 7) y (Eclo 4, 36) en (19, 9)
Policarpo en su carta a los filipenses (10, 2) cita a (Tob 4, 10)
La Didajé cita a (Sab 12, 7) en (5,2)
El Pastor de Hermas cita en las siguientes cartas a los deutero: Sim 5,3,8 (Eclo 18,30); Mand. 5,2,3 (Tob 4,19); Mand. 1,1 (2 Mac 7,28); Mand. 1,1 (Sab 1,14).
Justino en su apología 1, 46 cita las partes deutero de Daniel 3.
Atenágoras en su obra Legatio pro Christianis cita a Baruc 3, 36 como profeta reconocido.
Siglo III
Ya a finales del siglo II, en Oriente, los apologistas cristianos debatían con los judíos. Como los judíos no reconocían los deuterocanónicos, los apologistas debieron utilizar los libros protocanónicos para rebatir sus errores. Esta actitud llevó a que algunos empezaran a dudar sobre la canonicidad de estos libros.
El primer caso conocido fue Melitón de Sardes(170 D.C), muy mencionado por los escritores protestantes. La realidad es que Melitón viajó a Palestina con el objeto de investigar sobre el Antiguo Testamento, y envió una carta al obispo Onésimo en donde sólo figuraban los protocanónicos, excepto Ester. Geroge Reid nos dirá de Melitón: “Dice él que en esa tarea, aunque mantuvo el orden familiar de los Setenta, verificó su catálogo a base de interrogar a los judíos. Para ese tiempo, los judíos habían ya descartado en casi todas partes los libros alejandrinos, así que el canon de Melitón consiste exclusivamente de los protocanónicos minus Ester. Debe subrayarse, sin embargo, que el documento al que se le antepuso ese catálogo se pudo haber interpretado como orientado a la polémica antijudía, en cuyo caso se entendería bajo otra luz lo del canon restringido”
Orígenes(185-254) también excluye los deuterocanónicos a la hora de definir los libros canónicos, pero en la práctica sigue usándolos, tal vez influenciado por el mismo manejo de los deuterocanónicos en las polémicas con los judíos. Orígenes de todos modos utiliza los deuterocanónicos con el mismo valor que los protocanónicos. En su obra “Hexapla” tienen lugar los libros deuterocanónicos; en su carta a Julio Africano reconoce Judith, Tobías y los fragmentos de Daniel como inspirados.
Pero así mismo en el siglo tercero encontramos Padres de la Iglesia que nunca dudan de la autenticidad de los deutero como Escritura:
· San Ireneo(202+) cita a Baruc, Daniel y Sabiduría
· Clemente Alejandrino(215+) aduce (Jdt 8,27) en Strom. (2,7,35); (Tob 4,16) en Strom. (2,23); cita el libro de la Sab 25 veces, el de Bar 24 veces y el del Eclo 50 veces, especialmente en el Pedagogo. También alude a las partes deuterocanónicas de Dan y Est en Strom. 1,21; Es probable que también aluda al 2 Mac 1,10 en Strom. 5,14.
· En la Iglesia Africana se encuentran Tertuliano(225) y Cipriano(258) quienes reconocen los deuterocanónicos excepto Judith, Tobías y los fragmentos de Ester.
· San Hipólito de Roma(235) como representante latino reconoce todos los deuterocanónicos, entre los cuales utiliza: Baruc y Macabeos. Pero rechaza Judith y los fragmentos de Ester.
· De igual modo, la iconografía del siglo III refleja muchos pasajes deuterocanónicos ilustrados
Igualmente, se puede ver que los Padres que dudan de los deuterocanónicos (en el siglo III) “teóricamente” son casos aislados en Oriente. Pero estas ideas siguieron desarrollándose en la Iglesia de Alejandría, y pronto llegaron a Occidente en el siglo IV. Se aclara de todos modos, que en la práctica estos libros tenían el mismo peso escriturístico que los protocanónicos, y que lo que un Padre consideraba inpidualmente no era ni infalible ni acatable para toda la Iglesia.
Entre los Padres orientales que dudaron se tienen:
· San Atanasio(+373). Cita sólo los libros protocanónicos menos Ester, pero reconoce Baruc. En la práctica da el mismo valor a los deutero, aunque tratando de presevar a Alejandría de la literatura apócrifa, no los defina como inspirados.
· Cirilo de Jerusalén(+386). Prohíbe a los catecúmenos leer los libros apócrifos y los deuterocanónicos pero reconoce Baruc. En su Catequesis cita Sabiduría, Eclesiástico y Daniel como libros inspirados. Es un representante de la prohibición “teórica” de Oriente.
· San Epifanio(+403) reconoce 22 libros para llegar en concordancia con las letras del Alfabeto hebreo, entre los que Incluye Ester, Baruc y la Carta de Jeremías. De todos modos, en sus escritos utiliza la expresión: : “movido por el Espíritu Santo”, para referirse a los deuterocanónicos.
· San Gregorio Nacianceno(+389) sólo reconoce 22 libros del Antiguo Testamento menos Ester. De todos modos cita el libro de la Sab en Or. 28,8: MG 36,34; el Eclo en Or. 37,6,18: MG 36,290.304; el libro de Bar en Or. 30,13: MG 36,121; el de Dan 3,14 en Carm. praecept, ad virg. 177?184: MG 37,592s, y Dan 13, en Or. 36,7; MG 36,273; Carm. 1,12: De veris Scripturae libris: MG 37,472
Pero al mismo tiempo tenemos Padres en el siglo IV que reconocen la Autoridad de los Deuterocanónicos:
San Basilio Magno(379)
San Gregorio Niceno(395)
San Ambrosio(396)
Para el siglo quinto, las dudas sobre los deuterocanónicos fueron disminuyendo hasta tener algún caso aislado. Pero las ideas llegaron a Occidente donde se ilustran casos de Padres que rechazan los deuterocanónicos.
Lo destacado fueron los Concilios de Africa, en Hipona(393) y Cartago(397), donde la Iglesia reunida definió tanto el Canon del Antiguo Testamento como el del Nuevo. Esto aclaró la POSICIÓN OFICIAL de la Iglesia Católica, donde bajo la guía del Espíritu Santo discernió sobre los libros inspirados. Esto es uno de los motivos por los que en el siglo V se regrese a la unanimidad sobre los deuterocanónicos. Los protestantes han aceptado la decisión sobre el Canon del Nuevo Testamento, lo que es irrisorio ya que el mismo Espíritu Santo reveló los dos cánones.
En el siglo quinto se presenta la mayor polémica sobre los deuterocanónicos cuando la Iglesia Católica designa a San Jerónimo como traductor de la Vulgata. En Jerónimo se pueden distinguir tres períodos sobre este tema:
Período inicial donde admite todos los deuterocanónicos
Período de dudas y discusiones
Periódo final de traducción completa y reconocimiento de los deuterocanónicos.
En los muchos escritos protestantes sobre este tema, sólo ubican el segundo período de Jerónimo, por lo que engañan a la gente, haciéndola creer que Jerónimo murió excluyendo los deuterocanónicos.
a.) Inicialmente, Jerónimo seguía la versión de los LXX, que contenía todos los deuterocanónicos, razón por lo cual los aceptaba.
b.) A partir del año 384, el Papa Dámaso designa a Jerónimo para que tradujera la Biblia al latín. Se debe entender que Jerónimo vivía en Jerusalén y tenía maestros judíos, que influyeron notablemente en su decisión sobre el canon. En su prólogo galeato(390) reconoce que lo que no se encuentre en su traducción(del hebreo) no es inspirado. Posteriormente en el 397 niega todo valor de los deuterocanónicos para ser usado en doctrina. Hacia al 403, niega la inspiración de las partes deuterocanónicas de Daniel y Ester.
Los protestantes citan frecuentemente textos donde Jerónimo rechaza los “apócrifos” en general, haciendo ver como si sólo se refiriera a los deuterocanónicos, pero tal cosa es poco objetiva ya que en ese misma citación reconocen que los deuterocanónicos eran llamados “libros eclesiásticos” por el mismo Jerónimo.
c.) Su proceso de aceptación fue lento y muy perso. Hacia el 391 traduce Tobías. En el 397 coloca a Judith a la par de Ester y Rut pero duda de su inspiración. De todos modos existen unas 200 alusiones de Jerónimo a los deuterocanónicos como Escritura.
Cuando escribe contra Rufino sobre las partes deutero de Daniel dice: "¿Qué pecado he cometido si he seguido el juicio de las Iglesias? Pero el que me acusa de relatar las objeciones que los hebreos han levantado contra la historia de Susana, el cántico de los tres jóvenes, y la historia del Bel y el Dragón, que no se encuentran en el volumen hebreo, sólo demuestra ser un tonto sicópata. Ya que yo no estaba relatando mis opiniones personales, sino los comentarios que ellos (los judíos) suelen hacer contra nosotros" (Contra Rufino 11:33 [402 D.C.]). Así, Jerónimo reconocía el principio por medio del cual se definía el canon - el juicio de la Iglesia, no el de los judíos posteriores.
Se concluye que en sus últimos años de vida, Jerónimo reconoce a la Iglesia Católica como autoridad sobre el canon del Antiguo Testamento y no la de los judíos.
Se raya mucho en que Jerónimo los tradujo contra su voluntad. La pregunta es ¿La autoridad sobre el canon recaía sobre Jerónimo o sobre la Iglesia? Jerónimo tenía una visión personal sobre el tema, y ya se vieron los factores que influyeron sobre él; de todos modos se acoge a la autoridad de la Iglesia desconociendo así la autoridad judía sobre el canon.
Sobre el Nuevo Testamento también hubo polémica pero se acató la desición de la Iglesia Católica sobre el canon de 27 libros. Un autor evangélico refuta diciendo que ellos aceptan los libros no porque la Iglesia lo diga sino que el mismo transcurso del cristianismo, y la forma en que los Padres citan los libros dio unanimidad de aceptar los 27 libros. Solo tratan de desprestigiar los concilios de África. Si se trasladan estos argumentos a los libros del Antiguo Testamento, entonces diremos que como en la época de Jesús se usaba la Vulgata de 46, no es indispensable para nada lo que dijera Jamnia, y dicho sea de paso que esto fue hecho por los mismo judíos fariseos que crucificaron a Jesús.
En el 382, se atribuye al Papa Dámaso, un sínodo en Roma, donde se tocó el tema del canon. En este sínodo se reconoce el canon Alejandrino de 46 libros
La carta “Consulenti tibi” del Papa Inocencio I, en el 405, a Exuperio, Obispo de Toulusse mostró el canon del Antiguo Testamento en 46 libros.
Además, si se estudian los manuscritos mas antiguos en griego, todos contienen los deuterocanónicos. El Codex Vaticanus, el documento mas antiguo, contiene todos menos los Macabeos, los demás documentos contienen los 46 libros, como el sinaítico.
LA REFORMA
La verdad es que como durante 1500 años nadie puso en tela de juicio la autenticidad de los libros deuterocanónicos, la Iglesia no tuvo mucho de qué preocuparse. Es con la Reforma de Martín Lutero que aprovechan los protestantes para atacar cosas que no tenían nada que ver con la “sola fe” como: sacerdocio y celibato, los sacramentos, episcopado y los libros de la Biblia.
Martín Lutero alude que los libros deuterocanónicos son apócrifos y que deben ser rechazados como lectura de la Biblia pero que servían de enseñanza. Debido a esto, la Iglesia Católica se pronunció en el Concilio de Contrarreforma de Trento en 1546 confirmando el canon de 73 libros que había sido previamente establecido en Florencia(1142) y en Hipona y Cartago.
Autores protestantes dicen que fue aquí cuando la Iglesia los introdujo, pero si fue así ¿ Por qué Martín Lutero los critica y los quita de la Biblia de esa época? No se acababan de introducir?
La forma en que Lutero organizó el Nuevo Tetameno deja mucho que desear del papel de Reformador enviado por Dios:
Libros sobre la obra de Dios para la salvación: Juan, Romanos, Gálatas, Efesios, I Pedro y I Juan
Otros libros canónicos: Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, el resto de las cartas de Pablo, II Pedro y II de Juan
Los libros no canónicos: Hebreos, Santiago, Judas, Apocalipsis y libros del Antiguo Testamento(deuterocanónicos).
3. Traducción de pasajes
Otra de las diferencias que podemos encontrar es la forma en que las Biblias protestantes traducen algunos pasajes. En este punto debemos distinguir dos tipos: la Traducción del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehová, del resto.
La Traducción del Nuevo Mundo es una burda alteración de la Escritura, para favorecer sus doctrinas erradas. Son muchos los ejemplos que se pueden observar:
Jn 1, 1:
En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.
Introducen "un dios". Pero si miramos realmente el texto expresa:
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Rom 9, 5:
a quienes pertenecen los antepasados y de quienes [provino] el Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, [sea] bendito para siempre. Amén.
Introducen (sea)
ellos pertenecen también los patriarcas, y de ellos desciende Cristo según su condición humana, el cual está por encima de todo, Dios bendito eternamente.
2 Pe 1, 1:
Simón Pedro, esclavo y apóstol de Jesucristo, a los que han obtenido una fe, tenida en igualdad de privilegio con la nuestra, por la justicia de nuestro Dios y de[l] Salvador Jesucristo.
Pero el texto original no separa a Jesucristo de Dios. Miremos:
Simón Pedro, servidor y Apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra.
Así que ningún cristiano auténtico puede utilizar esa versión de Escrituras.
Respecto a la Reina Valera, se encuentra mejor traducida pero también tiene pasajes alterados o mal traducidos. Ya habíamos visto el ejemplo de 1 Jn 5, 7; ahora observemos el texto de 1 Cor 11, 1:
La Reina Valera traduce:
Y os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las ordenanzas tal como oslas entregué.
Pero observando realmente el texto debe decir:
Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y guardan las tradiciones tal como yo se las he transmitido.
¿Por qué lo alteraron? Porque al no aceptar la Tradición Apostólica, modificaron el pasaje para desvirtuar el contenido. Sin embargo, usando hasta un mismo diccionario protestante encontramos la palabra original: paradosis (Tradición) = παρ?δοσις, εως, ?
Así que podemos darnos cuenta que no son pocas las diferencias entre una Biblia Católica y otra versión diferente.
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